jueves, 13 de febrero de 2020

Sugerencias para evangelizar

Antes de ascender al cielo, Jesús ordenó a sus discípulos que fueran por todo el mundo compartiendo lo que habían aprendido de él. Esta última instrucción es conocida como la Gran Comisión y se puede encontrar en Mateo 28:16-20.
Cuando los cristianos comparten las Buenas Nuevas de Jesús con los demás, lo hacen porque saben lo que era vivir bajo la opresión del pecado y lo que es vivir en libertad de ella. El objetivo de la evangelización es compartir la historia de Jesús y su sacrificio en la cruz con personas que no conocen de él. La meta es que haya un arrepentimiento en el corazón de la personas y acepten a Jesús como su Señor y Salvador.
La evangelización puede ocurrir en forma de eventos grandes, conciertos, los domingos en la iglesia, cenando con familia, visitando a unos amigos, o durante una breve conversación con la persona sentada al lado tuyo en un sala de espera.
Saber explicar el mensaje central del evangelio
El rechazo es una de las razones principales por la cual frenamos antes de compartir el evangelio. A veces tenemos miedo de que si le hablamos a alguien sobre Jesús, esa persona se va a ofender de una forma u otra. No son agradables las conversaciones donde tenemos que confrontar ha alguien con la realidad del pecado. Resultamos a suavizar el mensaje de la cruz para convencernos nosotros mismos de que estamos cumpliendo con la gran comisión sin correr el riesgo de perder una relación o dañar nuestra imagen. La evangelización requiere que el cristiano sea valiente y que no comprometa las verdades bíblicas.
Un mensaje evangelístico debe dar a conocer lo siguiente:
Todo hombre es pecador y el pecado nos aparta de Dios La paga del pecado es muerte y condenación eterna al infierno Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros y salvarnos de esa condenación Los que aceptan a Jesús como Señor y Salvador son perdonados por Dios Los que son perdonados por Dios disfrutaran de la vida eterna en su reino.
Podemos resumir los puntos mencionados arriba de una forma simple. El ejemplo que sigue es algo que fácilmente puedes compartir con un amigo mientras toman un café o durante un receso en el trabajo:
"Todos hemos cometidos errores y hemos pecado delante de Dios. No tenemos paz porque nuestro pecado nos aparta de Él. Pero que bueno que Dios nos amó tanto, que envió a su único hijo Jesús para morir por nosotros. Cuando reconocí que Jesús murió por mi, abrí mi corazón a él y lo acepte como mi Señor y Salvador. Él perdonó mis pecados y ahora vivo en paz con Dios. Lo que Jesús hizo por mi, también lo hizo por ti. Si quieres puedo orar contigo."
Usa tu testimonio
Dios es personal. Leyendo la Biblia sabemos que Dios está interesado en los detalles de nuestras vidas. Por esta razón y por el hecho de que todos hemos vividos situaciones diferentes, cada uno de nosotros tenemos una historia única que contar sobre nuestra relación personal con Dios. Es esa historia, tu testimonio, qué debes usar para evangelizar.
La próxima vez que tengas la oportunidad de compartir sobre tu pasado, hazlo con sinceridad. A veces tenemos reservaciones de contar las cosas que hemos vividos porque nos obliga a admitir el dolor que nos han causado o el dolor que hemos causado a otros. La verdad es que todos tenemos un pasado, todos hemos pecado y todos hemos fallado. Quizás hay alguien pensando que está solo en una situación y que no tiene a nadie quien lo pueda comprender. Quizás su historia sea similar a la tuya. Es ahí cuando tu puedes ser valiente, honesto, y decir: "Yo pase por esa pero déjame decirte cómo Jesús cambió mi vida."
Ciertas ocasiones no requieren detalles o especificaciones sobre tu pasado. Solo con decir "Te comprendo" o "Una vez yo pensaba así", ya abriste la puerta para dar palabras de esperanza. En la evangelización la esperanza siempre está relacionada con la salvación en Cristo Jesús.
Una excelente forma de practicar tu testimonio es escribiéndolo. Toma un fin de semana para reflexionar en cómo tu vida era antes de conocer a Jesús y como ha cambiado. Es maravilloso pensar que Dios usa nuestra historia personal para llegar al corazón de otros en necesidad de salvación.
Memorizar un versículo bíblico
Si puedes, ten un versículo bíblico memorizado para apoyar tu mensaje o tu testimonio. Explicar el evangelio es tan simple como citar a Juan 3:16: "Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna."
Marca los siguientes versículos en tu Biblia y guarda uno o dos en tu memoria:
Lucas 19:10
Juan 3:3
Juan 3:18
Hechos 2:38
Hechos 4:12
Romanos 6:23
Efesios 2:8-9
Santiago 2:19
Oración de salvación
Es probable que la persona con quien estés compartiendo tenga poca experiencia orando o tratando con asuntos de la fe. Si después de escuchar el evangelio y decidir qué quiere aceptar a Jesús, guía a la persona en una breve oración de salvación. Pídele que repita esta oración contigo.

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