jueves, 13 de febrero de 2020

Evangelizando con la música

Tú, como músico cristiano, estás llamado a evangelizar con la música. El motivo es simple. Primero porque la música y el canto fueron creados por Dios, son un don suyo. Pero además porque todos tenemos la experiencia de que este regalo que Dios nos ha hecho de la música y el canto nos acercan a Él. Con toda seguridad recuerdas alguna melodía que te habla especialmente de Dios, un canto que el Señor usó para sanarte… Pues esto significa que evidentemente la música es un medio excelente para que el hombre se acerque a Dios. 
Por todo esto no podemos dudar en afirmar que la música y el canto son una herramienta excelente para la evangelización. 
¿Evangelizar, yo? 
Te responderé con otra pregunta: ¿Acaso no estás bautizado? Pues has de saber que por este solo hecho ya estás llamado a evangelizar. En virtud del mandato recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mt 28,19). Cada uno de los cristianos, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador… 
Pero además es una realidad que la evangelización surge de un corazón que ama a Dios. Y cuando tú estás de verdad enamorado de Dios quieres que todo el mundo conozca y ame a tu Amado. Es la experiencia que tuvo el apóstol Pablo. Por eso llegó a exclamar: «Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! ». (1Co 9,16). 
Evangelizar es una respuesta al llamado de Jesús 
Recuerda las últimas palabras de Jesús antes de subir al cielo, tal como nos lo presenta San Marcos: «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. » (Mc 16,15). 
Jesús no dijo: «Si quieren podrían ir a evangelizar…» O: «Los que hablen bonito, o los que se animen, pueden llevar la Buena Nueva…». Él usó un verbo en imperativo: «¡Id!», «¡Vayan!». No es una opción, no podemos decidir si queremos hacerlo o no… ¡Es un mandato! 
¿Y cómo evangelizar? 
Estás llamado a evangelizar con la música y el canto, ya que esas son tus herramientas... 
Con las herramientas que Él mismo te ha dado. La música es la herramienta que Dios te dio para que lo ayudes en la tarea de anunciar el Evangelio a toda la creación. ¿No dijimos al comenzar este artículo que la música es un don de Dios? Pues para eso has recibido ese don: para darlo a otros. Porque los dones que no se ofrecen, los dones que se guardan y entierran, no sirven para nada, se pudren sin dar fruto. (Si no estás convencido de esto, lee la parábola de los talentos: Mt 25,14-30). 
Entonces recuérdalo: estás llamado a evangelizar con la música y el canto, ya que esas son tus herramientas. 
Preparación técnica 
Pero para que tu trabajo sea eficaz, debes conocer muy bien tus herramientas. Esto significa que debes esmerarte por adquirir una preparación técnica de excelencia si realmente quieres evangelizar con la música. 
¿Por qué? Porque vas a servir a Dios y a su pueblo, y Dios se merece lo mejor. 
¿Qué significa que debes conocer tus herramientas? Esto quiere decir que es necesario que conozcas e identifiques los diferentes tipos de música que puedes ejecutar en tu ministerio evangelizador. Porque no toda la música que habla de Dios sirve para todo en la Iglesia. 
Los cristianos tenemos música para: 
  • celebrar, 
  • orar, 
  • crear un ambiente, 
  • sanar y liberar, 
  • evangelizar. 
La música para celebrar  
Es la que se utiliza en los cultos de nuestras iglesias. Tiene el fin de favorecer la oración del pueblo, ya sea aclamando, meditando o proclamando. 
La música para orar 
Es aquella que tiene como objetivo llevarnos a la presencia de Dios para que nos dejemos llenar por su amor. Esta música acompaña los distintos momentos de una Asamblea de Oración: a través de la alabanza y la adoración podemos llegar a la contemplación. 
La música para crear un ambiente 
A través de la música de ambientación se trasmite un mensaje de Dios. Este tipo de música crea un ambiente de alegría y de fraternidad que nos dispone al encuentro con el Señor y con los hermanos. Por eso promueve la participación de todos en una experiencia gozosa y rítmica. 
La música que sana y libera 
Es aquella que refuerza la petición que se hace al Señor para que sane nuestro corazón y nuestro cuerpo y nos libere de todo aquello que nos aparta de Él. Todo esto debe darse en un ambiente de oración, de súplica confiada y de fe en el poder de Dios. 
La música para evangelizar 
Es la que se utiliza para trasmitir un mensaje netamente evangelizador y que apoya la predicación previa. En este artículo trataremos especialmente de este tipo de música. 
Objetivo de la música para evangelizar 
Su principal objetivo es llevar a las personas al encuentro vivo y personal con Dios. 
Por eso la música que evangeliza tiene como fundamento y base la proclamación del Kerygma, es decir, las cinco verdades fundamentales de nuestra fe: 
  • Dios te ama. 
  • El pecado te impide experimentar el amor de Dios. 
  • Jesucristo vino a salvarte del pecado. 
  • Reconoce a Jesús como tu Señor. 
  • Recibe la promesa del Espíritu Santo. 
Primera verdad 
Llevar a las personas a un encuentro con el amor de Dios: «Con amor eterno te he amado, por eso he reservado gracia para ti…» (Jr 31,3). 
Segunda verdad 
Ayudarlas a tomar conciencia de la realidad del pecado y sus consecuencias: «La paga del pecado es la muerte…» (Rm 6,23). 
Tercera verdad 
Presentarles la obra salvadora de Cristo: «No hay otro Nombre dado a los hombres por el que podamos ser salvados…» (Hch 4,12). 
Cuarta verdad 
Guiarlas a que descubran la necesidad de reconocer a Jesús como Señor para entrar en la salvación: «…para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos; y toda lengua confiese que Jesús es el Señor, para la gloria de Dios Padre…» (Flp 2,10-11). 
Quinta verdad 
Invitarlas a acoger a la Persona del Espíritu Santo, a orar para invocarlo y pedir sus dones, para que se dejen vivificar y guiar por Él: «Y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes…» (Jn 14,16). 
Así, luego de seguir todo este proceso, la persona estará dispuesta a comenzar a vivir una vida nueva en Dios. 
Antes de evangelizar con la música 
Debes saber que antes de cantar y de tocar es necesario afinar los instrumentos, pero sobre todo los corazones. Esto significa que para que en verdad puedas evangelizar con la música, además de prepárate técnicamente (estudiar qué canto es apto para cada momento, ensayar, preparar la predicación, etc.) es necesario que te prepares también espiritualmente. 
¿En qué consiste esta preparación espiritual? 
Así se preparan los guerreros de Dios… 
  • Tener tiempos especiales de oración para pedirle al Espíritu Santo que derrame su unción en tu voz y en tus manos. 
  • Intensificar la vida sacramental. 
  • Ayunar. 
  • Interceder por todas las personas a quienes vas a evangelizar con tu música. 
Si quieres que tu música sea verdaderamente evangelizadora deberás pasar los días orando, cantando y preparándote. Solo de esta manera el mensaje que transmitas con ella transformará, por la acción de Dios, los corazones de los hombres. 
Y cuando te presentes a cantar y a tocar en público podrás decir con el salmista: «Mi corazón está dispuesto, Señor… Voy a cantar y a tocar para Ti…» (Sal 108,2). 
Músicos evangelizadores: guerreros de Dios 
Debes ser consciente de que la evangelización es una lucha, una batalla con el enemigo. A través de tu música tú le estarás arrebatando almas al diablo para entregárselas a Cristo. 
Por eso como músico evangelizador necesitas una formación firme y constante. Solo así podrás ser un guerrero de Cristo y conquistar las almas para Dios. 
En el Ministerio de Música deberán vivir una disciplina firme y fuerte. Esta disciplina debe fundamentarse en el amor a Dios, ya que es con Él con quien cada miembro del Ministerio se ha comprometido. 
La vida de fraternidad en el Ministerio de Música 
La mejor arma en esta lucha será vivir una intensa y verdadera fraternidad. Y así como diversas notas forman una bella melodía, la diversidad de carismas y dones dentro del Ministerio de Música, puestos incondicionalmente al servicio del Señor y de los hermanos, será toda una riqueza. 
De este modo podrán hacer realidad lo que Jesús nos pide: «Sean verdaderamente uno para que el mundo crea…» (Jn 17,21). 
Disciplina y orden 
Como hemos visto, la armonía en las relaciones es indispensable para servir al Señor. Pero nunca podrá haber armonía si no hay obediencia y subordinación activa a quien nos dirige. Esto implica de parte de cada uno una buena dosis de fe y de madurez cristiana. 
Además, el Ministerio de Música debe vivir estas formas de orden y disciplina: 
  • Puntualidad 
  • Orden 
  • Compromiso 
  • Disciplina en el estudio de la música 
  • Formación como músicos 
  • Formación cristiana 
  • Espiritualidad personal 
Si carecemos de alguno de estos elementos muy probablemente cantaremos, pero nuestra música no cambiará el corazón de nadie. Recuerda que al evangelizar debes ser consciente de que entras en un combate. 
Conclusión 
¿Simplemente cantas, o en verdad evangelizas con tu música? 
Te invitamos a reflexionar sobre todos estos temas. Poco a poco iremos publicando más artículos relacionados, que te sirvan para tu formación como músico de Dios. 
Pero ahora hazte sinceramente esta pregunta: 
Yo… ¿Simplemente canto, o en verdad evangelizo con mi música? 
Y si te animas, escribe tus reflexiones en la sección de comentarios para que todos nos enriquezcamos. 
No te olvides de compartir este artículo con todos los músicos que conozcas. 

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